Bienvenidos a la nueva sección de BEHIND THE PENCIL, una burda copia al famoso "Behind the scenes" (entre bastidores) Literalmente, esta sección se llama "Detrás del lápiz" y en ella quiero hablar de todo lo que hay detrás de una novela.
Como no son quién para hablar de todas las novelas en general, me centraré en la que yo tengo publicada: Mis Alas por un Beso. Me gustaría que aquellos que la están leyendo, la hayan leído o la quieran leer la conozcan un poco más, tanto a ella como a la autora.
Comenzaré por el principio, como se suele decir: la creación de esta novela.
Muchos tendrán la curiosidad de saber de dónde me vino la idea. Os lo contaré en forma de historia, que es algo que a veces se me da incluso bien.
Todo empezó un septiembre ya lejano (bueno, hace dos años). Yo estaba en primero de carrera, comenzando a vivir sola en Madrid, en una residencia universitaria de la Universidad Autonoma de Madrid. El tiempo era tan apetecible que, sin nada que hacer, tan sólo querías estar en el exterior tomando algo con los amigos.
Y así hice: nos fuimos a una terraza a tomar algo. Yo soy de soñar despierta (como muchos de vosotros) y como puedo estar pendiente de dos cosas a la vez, vi por el rabillo del ojo a un gorrión que se posó en la barandilla que tenía al lado, quedándose a escasos centímetros de mi. Desvié toda mi atención a ese pequeño alado y desconecté de la conversación de mis amigas, comenzando a pensar más de la cuenta.
Empecé a preguntarme cómo sería la vida con alas, lejos de los peligros que los humanos proporcionamos. Otra voz en mi cabeza me desmintió, argumentando que en el cielo también había cosas peligrosas, y esos peligros también tenían alas.
Encendiendo la mecha de ese libro... pero aún faltaba un empujón. ¿Sabéis qué fue?
¡Una apuesta! Sí. No me conoceis, pero no me consideraba capaz de escribir una historia donde uno de los soportes fuera el amor. Ahora, cabe decir, me encanta que una parte de la trama sea la historia de amor. Mi querida compañera de habitación (y ante todo amiga) fue la que me retó: no eres capaz de escribir una historia de amor.
Y yo, que sabía que era capaz y me apetecía, acepté el reto. Comencé a escribirla todas las noches tumbada en la cama, con música de fondo... y se fue construyendo. Tengo que admitir que el final de la novela y el que tenía pensado no era el mismo, pero hay un momento en la novela en que los personajes se van construyendo ellos solos. Y hay que dejarles.
Y esto es el inicio de mi primera novela publicada, pero no es el final. Muchas cosas se pueden contar de esta novela, sobre todo behind the pencil.
Los retos... ¿Qué haríamos sin ellos? No haríamos ni la mitad de cosas.
ResponderEliminarUn abrazo de la lectoras