Hola a todos lectores y lectoras, escritores y escritoras!!
Hoy vengo otro día más para hablaros del arduo trabajo de un escritor. Hemos hablado de esas escenas incómodas, esos momentos mientras escribes... pero nunca hemos hablado de ¡Cómo se empieza una novela! Bastantes he empezado yo (y no terminado todas, desgraciadamente) y creo que siempre hay un patrón parecido... ¡A ver qué os parece!
ESE MOMENTO EN QUE TE VIENE UNA IDEA A LA CABEZA y te parece genialísima de la muerte.
Estás tranquilamente leyendo el periódico, viendo la televisión, con los amigos o acariciando al gato... ¡Da igual! En tu cabeza comienzan a entrar las musas y a darte la solución a todos tus problemas literarios, creando un argumento en tu mente tan increíble que no sabes cómo no se te ha ocurrido antes. Lo primero que haces, claramente, es apuntarla en algún lado: ya sea una palabra o ya sea el comienzo de la novela... pero tienes que comenzar a pensar en la idea! Quitas a tu gato de encima, o huyes de tus amigos... y vas a plasmar las primeras ideas en un papel, pensando cómo vas a hacer que esos puntos y escenas magnificas que has imaginado se puedan enlazar.
ESE MOMENTO EN EL QUE TIENES PARTE DE LA TRAMA... y sueñas despierto todo el rato
Ya tienes parte de la historia en la cabeza, pero aún no quieres empezar a escribirla, sobre todo porque crees que cuando lo hagas tienes que estar preparado, ya que tiene que ser genial. Es el momento en el que vas por la calle, por el colegio, por la universidad, por tu casa... y todo lo que ves te recuerda a escenas de tu historia o quizás pueden servir para ello. Te quedas ensimismado viendo un plato de comida porque crees que esa verdura verde es importante en tu libro porque... y así sucesivamente. Es el momento autista de un escritor. Algunos tomamos notas, otros preferimos imaginar la escena entera en la cabeza... La cosa es que terminas ido de la cabeza durante algunas semanas
ESE MOMENTO EN EL QUE TIENES QUE BUSCAR INFORMACIÓN... y es aburrido.
Muchos escriben fantasía, ciencia ficción... pero casi siempre hay que informarse y haber una búsqueda bibliográfica para basarnos en cosas o no meter la pata en los lugares, historia, comidas... Para eso vamos con toda nuestra ilusión a internet o a la biblioteca, cogemos libros que tengan que ver con el momento histórico que queremos escribir (o queremos que sea parecido) y comenzamos a buscar, convencidos de que vamos a encontrar cosas magnificas que incluir a nuestra ya magnifica historia.
Luego la verdad nos saluda con un trago amargo, encontrando fechas, gente y lugares que no nos interesan, pero que tenemos que leer porque sabemos que entre esas mil páginas de libro tiene que haber algo que de verdad nos interese...
ESE MOMENTO EN EL QUE ESCRIBES EL PRIMER CAPÍTULO... y no te gusta.
Somos muy exigentes, todo hay que decirlo. Nos ponemos delante del ordenador, con los personajes ya currados, las escenas y el contexto. Estamos preparados para coger ese maldito word y comenzar a escribir esa magnifica obra que ya hemos pensado. Claramente nuestra parte racional en la cabeza nos dice que esperemos, que aún no es el momento para escribir. La otra parte de nuestra cabeza tan sólo nos grita "SÍ, SÍ, ESCRIBE, VAMOS, ES GENIAL, ES GENIAL". Hacemos caso a esa última.
Terminamos el capítulo y lo releemos: esperábamos llorar con la escena, pero no nos inmutamos. Sabemos que algo pinta mal, y ves que en tu cabeza todo se veía y sonaba mejor. Muchas veces acudimos a una segunda opinión, esos amigos sinceros que son incapaces de ocultar su cara mientras te leen... Hay dos tipos de amigos lectores: los que tienen idea de lo que tienen que mirar en una novela (cómo son los personajes, la historia, si está bien llevada) y los que llamo marujos (los que no ven bien qué X personaje haga una cosa o que no sé quién no se lie con no se cuántos). Claramente, id a por los primeros.
ESE MOMENTO EN EL QUE SACAN UNA NUEVA PELÍCULA O NOVELA... y su argumento es casi igual que el tuyo
Muchos hemos vivido esos momentos. Nuestra historia está creciendo en papel y en nuestra cabeza, y entonces llega ese día maldito donde no deberíamos haber encendido la televisión: vemos el trailer de una nueva película donde la trama es muy parecida a la nuestra. En ese momento es cuando tan sólo ves esa película por todos los lados, tus amigos hablan de esa película... y no sabes qué hacer. Tu magnifica idea sigue siendo para ti magnifica, pero no es única y eso te da inseguridad porque, ¿Y si vas a seguir copiando sin querer algo existente?
ESE MOMENTO EN EL QUE, AUNQUE HAYA UN LIBRO PARECIDO AL TUYO... te da mucho igual.
Estás tumbado en la cama, deprimido y sin ganas de continuar escribiendo, ya que crees que tu idea no es original. Entonces es cuando te levantas y piensas en todos esos libros que tienen ideas de otros libros. ¿O acaso los vampiros son algo nuevo? No, y hay mil libros sobre ellos. Es ese momento en el que dices que tu novela será parecida, pero siempre tendrá algo diferente, que puede se rmejor y superarla. Claramente, vas por el buen camino si piensas esos. Es el momento en el que pones la televisión, ves el trailer de esa película o de ese libro y piensas...
ESE MOMENTO EN EL QUE YA TE PONES EN SERIO ESCRIBIENDO... Y te encantas a ti mismo.
Ya has revisado ese primer capítulo donde tu amigo te ha dedicado una sonrisa cortés, e incluso lo has cambiado entero. Ya tienes a tus personajes, tienes todo para empezar... y das el paso. Pasan las horas y pasan las páginas escritas, y te está gustando bastante cómo va, incluso hay escenas donde por fin superas a tu cabeza.
Y como Sabina dijo, y te dieron las once, las doce y la una... y sigues feliz delante de tu ordenador, escribiendo tu obra de arte.
Y vosotros ¿Os ha pasado algo parecido? ¿Qué pasos incluiríais en la creación de una novela? ¡Contadnos!
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