viernes, 4 de julio de 2014

Lo que debe hacer un buen cuentista

Mucha gente dice que contar cuentos es más fácil que la novela, pero estoy totalmente en desacuerdo con ellos. Muchos seguramente hemos leído miles de decalogos o las normas básicas para escribir cuentos, pero a mi uno me enamoró: Erskine Caldwell (el mismo que comenté en libros que no me terminé, irónicamente) nos muestra los pasos que debe seguir un buen cuentista... y me parecen perfectos. 

1. Contar un cuento es saber guardar un secreto El cuento no es género para chismosos. Se aproxima mejor al estilo de la gente reservada que sabe guardar secretos, que mantiene su propio misterio o, si se ve obligado a revelarlo, lo hará con reticencias.


2. Los cuentos suceden siempre ahora Aún cuando hablen del pasado. No hay tiempo para más, y ni falta que hace. El cuento es enemigo de la retórica y de los períodos largos que quitan agilidad y velocidad a la trama.

3. El cuento es acción, no sobrecarga de acción El excesivo desarrollo de la acción es la anemia del cuento. O, mejor dicho, su muerte por asfixia. Hay cuentos de una inmovilidad opresiva pero eficaz.

4. En las primeras líneas se juega la vida 
y en las últimas, la resurrección. Un buen comienzo es como una buena apertura de ajedrez; un buen desarrollo depende de una buena apertura. En cuanto al título, al contrario de lo que muchos piensan, si es demasiado brillante se olvida fácilmente. Debe ser una sutil conjetura.

5. Los personajes no se presentan, actúan En el cuento el narrador (y menos el autor) no acapara, sino cede la palabra a sus personajes. El cuento es un género que privilegia el punto de vista, la confrontación entre varios ángulos de visión.

6. La atmósfera puede ser lo más memorable de un argumento En “La caída de la casa Usher”, Poe crea una atmósfera opresiva muy eficaz. La mirada también puede ser el personaje principal.

7. El lirismo contenido produce magia Pero el lirismo sin freno sólo produce trucos. Bioy Casares dijo alguna vez: “Yo quisiera escribir una novela que tenga, de la intimidad, la falta de énfasis”. ¡Hay que evitar los énfasis líricos! Y los otros.

8. Resulta más fácil mentir desde la discreción La voz del narrador tiene tal importancia que no debe notarse. Es mejor un narrador reticente, que sabe dosificar sus revelaciones, que un latoso pródigo en detalles superfluos.

9. Corregir es igual a reducir Ésta es una máxima fundamental. Hay que cortar flecos, encajes, lentejuelas y otros abalorios. La frase corta resulta más natural para un cuento.

10. El talento está en el ritmo Y los problemas más sutiles empiezan en la puntuación. La buena puntuación ayuda a la respiración del lector y subraya la importancia del ritmo de la prosa.

11. Un minuto puede ser eterno… … y la eternidad cabe en un minuto. La literatura es un continuo rechazo de las leyes del tiempo.

12. Terminar un cuento es saber callarse a tiempo Las explicaciones finales son odiosas como por lo general los epílogos. El misterio o el secreto dicho a medias convocan a la complicidad del lector, son una señal de respeto porque le obligan a interactuar con el autor, a crear sus propias conjeturas. 



¿Qué opináis? :D 

4 comentarios:

  1. Me ha encantado. Así que lo comparto! =)

    Un besoo

    ResponderEliminar
  2. Yo he visto muchos de este tipo, pero el que más me ha gustado sin duda este :)

    ResponderEliminar
  3. Sencillamente muy bueno. Me encanta leer cuentos.

    ResponderEliminar