domingo, 10 de agosto de 2014

Arma de Chéjov: porque las estrategias literarias tienen sus nombres

Todo viene por un señor: Antón Chéjov. Este hombre, como es lógico, estaba indignado por un hecho literario (y dramático) que ocurre más de lo que realmente debería pasar. 

Os pondré en situación: estáis leyendo un libro y aparece una pistola. Sí, esa típica pistola que deja al personaje con mal sabor de boca, con un nudo en la garganta. Esa pistola va a ser importante, lo intuyes... sigues leyendo, sigues palpando la tensión y ves normal que esa pistola vaya a ser usada. 
¡Pero no lo es! Y nunca será usada. Era una pistola, un francotirador, una carta, un puñal, una runa... lo que sea... que no se ha utilizado. Es como dar falsas expectativas. 

Este hombre, por lo visto, se hartó de ello. Y dijo algo que me ha llamado la atención (y cuya idea comparto, como escritora y como lectora) 


Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o en el tercero este debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí.

Chéjov es de esos que creen que la literatura debe ser óptima: lo que se escribe debe tener una razón. Desgraciadamente el arma de Chéjov (irónicamente) es de doble filo. Muchas veces los lectores nos encontramos con escenas donde se describe demasiado algo... y sabes que eso va a ser importante, aunque luego el escritor intente equivocarte y llevarte por otros derroteros. 

Por lo tanto yo soy partidaria de esta concepción, pero siempre y cuando el escritor sepa hacerlo bien: yo llevo escribiendo mis años pero muchas veces me doy cuenta de que hay elementos a los que he dado importancia y que luego no vuelven a aparecer. También de esas escenas en las que describes mucho a un extraño que no vuelve a tener sentido hasta 200 páginas después, ya que quieres mantener la intriga y la sorpresa... pero todos te han pillado. 

Y vosotros, ¿Qué opináis? ¿Sois de meter elementos no necesarios en la novela para despistar o preferís ser como Chéjov?





Y recordad que el sorteo de un ejemplar de MIS ALAS POR UN BESO sigue abierto!
En este enlace podrás acceder al formulario ;D

2 comentarios:

  1. Yo creo que depende del tipo de efecto que quieras producir en el lector; en un relato de misterio, si se hace bien, puede que no quede mal darle una aparente relevancia a algo y que luego lo importante sea otra cosa más o menos secundaria. Igualmente puede pasar en cualquier otro género, lo importante, como todos los recursos, es utilizarlo bien y con moderación. Obviamente lo que no se debe hacer es llenarlo todo de detalles superfluos ni todo lo contrario, porque entonces la historia se vuelve plana, predecible y aburrida (lo que ocurre con muchos best sellers, que no dejan lugar a la sorpresa). Ni siquiera en la vida real todo lo que se nos presenta es importante o útil.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Opino lo mismo que tú. Además, el arma de Chéjov se puede utilizar cuando pretendas hacer la vuelta de tuerca, es decir, hacer creer que una cosa va a ir por un camino pero luego que sea todo lo contrario. Hay que saber utilizarlo, la verdad, pero hace muuuucho que no leo algo que me diga: pues vaya, no me lo esperaba pero sí que estaba ahí...

      Eliminar