Comencé esta novela hace dos veranos, con muchas ganas. Fui haciendo la historia mía, iba dejando libertad a los personajes, creaba el mundo junto a ellos...
Terminé la novela tumbada sobre un cojín de mala manera, escuchando a través de los cascos la misma canción durante más de una hora.
Los que seais lectores asiduos conoceréis la sensación que se tiene cuando se termina un buen libro, esa sensación de ausencia, de abandono, de malestar, de melancolía... es lo mismo que yo sentí cuando terminé de escribir esta novela.
Hasta el momento es una de las novelas que más me ha costado terminar y que más pena me ha dado hacerlo, (exceptuando mi primera novela, claro). Me he hecho amiga de los personajes principales y de los secundarios, he visitado sus mismos paisajes, he palpado y he sentido lo mismo que ellos... Es una sensación indescriptible.
Esta novela tiene una gran parte de mi, así que espero que la disfrutéis. A algunos les gustará, a otros no, pero eso es lo que ocurre con todas las novelas y con todas las cosas del mundo.
Por ahora está publicada en formato digital, aunque espero con todas mis ansias que esta novela llegue lejos, que guste a la gente y que se animen a publicarla en papel. Todas las madres queremos que nuestro hijo llegue lejos.
Eso sí: tan sólo puede llegar lejos con vuestra ayuda. Compradla, disfrutadla mientras lo leéis, recomendadla si os ha gustado, compartidla... y vosotros haréis que llegue lejos.
Muchas gracias a todos.
¡Señoras, señores! ¡Calma, por favor! Entiendo vuestra confusión y vuestras dudas, entiendo que tengan miedo: todos lo tuvimos cuando despertamos en esta playa sin recordar nada.
Me llamo Merodeador y conozco cada rincón de este lugar. Tras tantos años aquí, lo que aconsejo es que os quedéis en el pueblo de Kangei o que, como máximo, os dirijáis a los sitios más cercanos. Debo ser sincero para quien esté interesado en marcharse o en buscar una salida: muchas personas han muerto intentando volver por ese mismo mar que nos ha traído y yo, personalmente, he recorrido cada tramo y camino de este mundo, sin encontrar nada que se asemeje a una salida.
Si aún sigue habiendo algún atrevido en nuestras filas, os deseo suerte. Lúcido es un mundo extraño, donde nada parece lo que es: hay lugares y personas que escapan a la razón.
En general, no tengáis miedo. Sólo deciros que si en algún momento sentís que vuestro alrededor está sumido en un silencio extraño, corred al pueblo más cercano y olvidad la locura de encontrar un sitio mejor. La inseguridad en el camino es el territorio de Moldeador, y él, quizás, es el único miedo que os permito tener.
¡Bienvenidos a Lúcido!
Felicidades Marta por el nuevo bebé!
ResponderEliminar¡Que genial es la portada!
ResponderEliminarMuchisima suerte cielo!