jueves, 3 de noviembre de 2016

Deux ex machina: consejos de cómo evitarlo

Todos los escritores y lectores conocemos lo que es el Deux Ex Machina: pero para no liarnos más de la cuenta, os pondré la definición que nos deja Wikipedia sobre ello.


Actualmente es utilizada para referirse a un elemento externo que resuelve una historia sin seguir su lógica interna. Desde el punto de vista de la estructura de un guion, “Deus ex Machina” hace referencia a cualquier acontecimiento cuya causa viene impuesta por necesidades del propio guion, a fin de que mantenga lo que se espera de él desde un punto de vista del interés, de la comercialidad, de la estética, o de cualquier otro factor, incurriendo en una falta de coherencia interna.

En mi opinión, el deux machina es lo primero que debe evitar el escritor: hace que la novela (o la historia, da igual la longitud) pierda mucha fuerza, e incluso que decepcione al lector si la novela tiene un buen nivel durante su trama. Por lo tanto, antes que muchas otras cosas (como mejorar a los personajes, o crear diferentes tramas en la misma historia, que conlleva mucha práctica y que aporta un gran valor a la novela) es necesario evitar este tipo de tópicos. ¿Cómo? Hoy hablaremos de ello:


1. Piensa la trama antes de escribir
Desde el principio hasta el final: no hace falta que detalles con gran exactitud todas las escenas que vas a escribir, pero sí que tengas claro cuál va a ser el final y qué va a llevar a tus personajes a él. ¿Para qué sirve esto? Para evitar un final incoherente y que sorprenda al lector (pero a mal)

2. Sé consciente de los recursos de tu novela
Es verdad que es muy goloso escribir sobre una batalla donde el personaje principal está a punto de morir, pero que, justo antes, llega una comitiva de caballos blancos con super guerreros y ganan la batalla. Pero quizás con este tipo de historia no hay tanto problema si el lector (y tú, que es lo más importante) sabe cómo funciona el imperio, que existe ese ejército, que has hablado de su fuerza y que es posible, por otras escenas que has escrito, que están llegando al lugar de la refriega. 

Un ejemplo: actualmente estoy leyendo "La trilogía del Vatidíco", de Robin Hoob, que recomiendo a todos los amantes de la épica. Hace poco leí una escena donde el protagonista principal, Traspié, está a punto de morir por unos forjados (personas que han perdido su voluntad). En el último momento llega una comitiva con Veraz (un personaje con el que tiene una conexión mental que llaman Habilidad) y otros soldados. ¿Deux Machina? Quizás, pero la autora nos deja claro que existe esa conexión entre Traspié y Veraz, que ambos están conectados cuando está yendo a por esos forjados y que Veraz tiene el poder y la posibilidad de llegar a tiempo y con los recursos necesarios.

3. Cuidado con las escenas que escribes
Muchas veces no hacemos caso al plan de la novela y escribimos escenas que dejan a nuestro personaje entre la espada y la pared. A mi me encanta llegar a ese punto en el que el personaje te lleva a ti y no al revés, pero hay que ser consciente de que a veces le dejamos a punto de morir, o de dar un giro que cambiará toda la novela. Si llegas a este punto, y aunque te guste mucho la historia, tan sólo tienes dos opciones: una de ellas es que sigas con esa trama, cambies la novela y seas coherente con lo que has escrito. Lo otro es borrar (de verdad, los escritores tenemos un vicio mal sano de no borrar lo escrito, pero a veces es necesario hacer matanzas en los capítulos) lo que has escrito que no tenga coherencia, y seguir la línea argumental que habías pensado. ¿Lo bueno de esto? Si sigues de cerca el anterior consejo, tendrás los recursos suficientes para salir de esa situación con lo que tienes a mano, manteniendo la coherencia. 

4. Conoce los límites de tus personajes
Al igual que debes conocer los recursos que tiene tu novela, también debes conocer a tus protagonistas. Está genial que quieras que tu personaje lleve el ejército a la batalla final (sé que siempre uso el ejército, pero es el ejemplo más sencillo) pero si el protagonista no ha subido en su vida a caballo ni cogido una espada, poco va a poder guiar. Tus personajes también tienen unos límites y ni el deux machina puede cambiar a un personaje de manera radical. Cuanto más conozcas a tus personajes, más sabrás qué escenas encajan con ellos y cuáles no.


5. ¿Que vas a usar Deux Machina? Todo tiene sus costes
Venga, finalmente no te he convencido y decides hacer un gran Deux ex machina en tu novela. Pero todo tiene consecuencias, y no me refiero con el lector. Si hablamos de una batalla, seguramente muera gente, y no puedes (o no debes, mejor dicho, porque hacer se hace) mantener a todos tus personajes principales vivos y coleando, a no ser que sean inmortales. Quizás hay alguna baja que duela al lector, y que le haga olvidar que acabas de meter a un ejército que ni siquiera has mencionado antes. O conlleva que el libro vaya a continuar por otra senda que el lector no se esperaba pero tú sí. 


Y para ti, ¿Cuáles son tus trucos para salvarte del Deux machina? Y si eres lector, ¿Qué sientes al leer una escena así? 

1 comentario:

  1. Y a veces, por mucho que nos esforcemos, la tentación del Deus Ex Machina es tan fuerte que se nos disfraza de finales estupendos, de los que te dejan con la sensación de haber estado perdiendo el tiempo cuando los repasas por enésima vez y reparas en ellos. Un saludo,

    Francisco T.

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